Problemas oculares en gatos: 5 más comunes y cómo detectarlos

Los gatos pueden sufrir varias enfermedades oculares. Conoce los 5 problemas más comunes y sus síntomas.
Los ojos de los gatos son muy sensibles y reflejan rápidamente su estado de salud. Una revisión a tiempo puede evitar complicaciones graves, desde molestias pasajeras hasta pérdida de visión. En este artículo repasamos los cinco problemas oculares más frecuentes en gatos en Almería y qué señales deben ponernos en alerta.
1. Conjuntivitis
Es la alteración ocular más común en gatos. Puede estar causada por alergias, infecciones bacterianas o virales, siendo muy habitual la asociada al herpesvirus felino. El gato presenta enrojecimiento, picor y secreción acuosa o purulenta.
Síntomas clave: ojos rojos, legañas, lagrimeo persistente, frotamiento con las patas.
2. Úlceras corneales
Las lesiones en la superficie de la córnea suelen producirse por arañazos en peleas, cuerpos extraños, sequedad ocular o infecciones. También pueden aparecer asociadas a alteraciones del párpado como el entropión.
Síntomas clave: ojo cerrado, sensibilidad a la luz, lagrimeo abundante.
3. Infecciones oculares por virus
El herpesvirus felino y la clamidiosis son causas frecuentes de problemas oculares en gatos. Pueden provocar conjuntivitis recurrente, úlceras y secreciones crónicas. Muchas veces requieren tratamiento de larga duración y control veterinario.
Síntomas clave: secreción mucosa, estornudos acompañados de problemas oculares, episodios repetidos.
4. Glaucoma y uveítis
Aunque menos común que en perros, el glaucoma en gatos puede aparecer de forma secundaria a otras enfermedades oculares. La uveítis, inflamación interna del ojo, suele asociarse a infecciones, traumatismos o enfermedades sistémicas como la toxoplasmosis.
Síntomas clave: pupila dilatada, ojo rojo, pérdida de visión, apatía o dolor evidente.
5. Hipertensión felina y desprendimiento de retina
En gatos mayores, la hipertensión arterial puede provocar sangrado intraocular o incluso desprendimiento de retina, causando ceguera súbita. Detectar y controlar la tensión arterial en revisiones rutinarias es clave.
Síntomas clave: pupilas dilatadas sin respuesta a la luz, pérdida repentina de visión.
¿Cuándo acudir a un experto en oftalmología veterinaria?
Si tu gato presenta secreción ocular, enrojecimiento, cambios en el tamaño de las pupilas, dolor o comportamientos extraños como tropezar con objetos, es importante acudir al veterinario cuanto antes.
En nuestra clínica contamos con la experiencia y el equipamiento necesario para diagnosticar y tratar estas patologías oculares. La visión de tu gato merece toda tu atención.